Hoy, en el desván...

... ¡ESTAMOS DE VACACIONES! Volveré por Septiembre. 3/8/10 - 19:53

jueves, 8 de julio de 2010

Jane

Jane es joven, libre, decidida y feliz.
A Jane le gusta comer regaliz, siempre lleva un paquete en la bolsa. Jane adora los perros, pero no tiene ninguno porque sabe que no lo cuidaría bien. Para Jane, las noches no son para dormir, sino para volar de una discoteca a otra y volver a casa acompañada. Jane es capaz de pasarse horas pegada al teléfono hablando con Mary, de todo y de nada. Jane se lo pasa pipa dibujando estupideces en el espejo empañado del lavabo cuando se ducha. A Jane le vuelven loca los videojuegos, y se pasa tardes enteras tirada en medio del salón con la consola en la mano. Jane adora a sus amigos, con los que comparte tardes de café y charlas sobre música, gente y tonterías varias. Jane ama con toda su alma su trabajo en la discográfica, y le gusta poder fanfarronearse de conocer a tantos famosos. 

Jane seria capaz de dar casi la mitad de su vida por su Harley Davison Custom, a la que compró a los diecinueve años y ha sido su compañera de aventuras des de entonces. Nunca se verá a Jane sobre su moto con casco, des de que le obligaron a comprarlo cría hongos en una caja. Porque Jane se vuelve loca con la velocidad y se siente más viva que nunca cuando siente el viento en su cara.

La otra mitad de su vida, Jane la daría por Will, su hija. Jane no llega a los treinta años, y Will ya tiene siete. Fue fruto de un descuido con alguien que nunca lo supo y a quien Jane ya nunca más ha visto ni hecha de menos. Y su corazón lo daría por Tom, el único hombre del planeta que ha conseguido que esta mujer sacrifique un poco de su preciada libertad a cambio de amor. A Jane le gustan las películas viejas que echan los Sábados por la tarde en el cine y, sobretodo, disfrutarlas junto a Tom y Will, acurrucados en los asientos viejos de la sala siete.

Jane no duda, Jane es una mujer decidida. Jane sabe lo que quiere. Jane sabe que un cigarro es lo mejor para los nervios, y un buen polvo, para el mal humor. Jane sabe que su vecina le tiene manía por haber tenido el descaro de criar una niña fruto de alguna borrachera, por haberse llevado tantos chicos a la cama, por ser joven, por hacer lo que realmente quiere y por ser tan desafiante.

Porque a Jane le encanta desafiar a la gente y a la vida misma. Jane sabe que su vecina es puritana, así que se pasea en ropa interior por delante de la ventana. Jane sabe que los famosos no aguantan que se los ignore, así que se interesa más por una partícula de polvo que por lo que le cuentan. Jane sabe que existe el límite de velocidad, pero nunca lo ha respetado.

Jane sabe que los fines de semana son para pasarlos con su niña, quien va a un internado para evitarse el mal trago de ser criada por alguien como su madre. Jane sabe, aunque nunca lo reconocería delante de él, que por Tom es capaz de olvidarse de su plan de vivir como una adolescente eternamente, y plantearse vivir de un modo algo más tranquilo junto a él y Will. Jane sabe que su futuro solo puede estar repleto de felicidad.


Pero Jane no sabe que, hoy, por pasar el límite de velocidad, ir sin el casco y saltarse un STOP, sufrirá un accidente mortal. Jane no sabe cuán amargas serán las lágrimas de su hija, ni cuán destrozado quedará Tom. Jane no sabe como la echaran de menos sus amigos, ni cuán sola se sentirá Mary sin sus charlas telefónicas. Jane no sabe que Will, que quedará huérfana, crecerá junto a Tom, unidos por el dolor de su pérdida. Jane no sabe que, aunque siempre ha dicho que no se considera alguien imprescindible para la sociedad, su muerte dejará un hueco en el mundo y dolor en muchas vidas.
Jane no sabe cuánto echará de menos la risa de Will y los besos de Tom. Jane no sabe cuánto echará de menos sentir el viento y la velocidad. Jane no sabe cuán sola se encontrará sin sus seres queridos. Y, sobretodo, Jane no sabe cuánto echará de menos sentirse viva.


Pero ahora Jane no tiene tiempo para pensar en estas cosas, llega veinte minutos tarde a casa de Tom. Coge las llaves de la moto con prisa y deja el casco dónde está des del primer día.
Sin saber que podría salvarle la vida.

6 comentarios:

  1. Liju!! es mortal! xD

    Dios yo toda ilusionada leyendo y llego al
    último parrafo xD es para matarte ♥

    Me gusta! Y a morbo tambien!

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  2. Jane no sabe el vacío que dejará las vidas de sus seres queridos :S

    Si es que un casco o el simple hecho de llevar el cinturón puede salvar muchas vidas...

    Un besín enormísimo!

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  3. Rush! Super text, llarguet a mes!

    Tens molta sutileza para estas cosas eee...

    Y aun no me has dicho eso del link xulo del blog de La realitat del somni.

    AH: altre cosa, PONTE A SEGUIDOR DE MI OTRO BLOG...pliiiiiiissss!!!!XD

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  4. P.D: con la calor que hace y me vienen unas ganas de escribir...

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  5. Que texto más bonito, triste, descriptivo... Precioso.
    Te sigo.
    un beso

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  6. Que texto más lindo! Emite monton de sentimientos!
    Por cierto... MDI?
    I LOVE IT!
    es el mejor libro del mundo ! xD
    Oye,, yo ya te sigo, me sigues tu a mí? un besoo
    Espero verte de nuevo x mi blog!

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