Hoy, en el desván...

... ¡ESTAMOS DE VACACIONES! Volveré por Septiembre. 3/8/10 - 19:53

jueves, 15 de julio de 2010

Pompas

Mel odia lavar los platos. Y aún más si se lo mandan sus padres. Con el delantal puesto y la rabia a flor de piel, coge el estropajo y la botella de lavavajillas. Al apretar el bote, pequeñas pompas le regalan a la chica una agradable sorpresa. Mel deja el estropajo, el bote i los platos que tenía que limpiar apartados. Está clavada al suelo, con la mirada fija en esas pequeñas pompas transparentes que vagabundean por su cocina. Descubre como la luz del mediodía crea hermosos dibujos en las sinuosas y transparentes paredes de las pompas. Siente como su cabeza se llena de la nostalgia de una infancia feliz. Se olvida de su enfado, de los problemas. Se deja fascinar por las pompas; qué sencillas son y qué maravillosas nos parecen.
Entonces, todas las pompas se sienten atraídas por el inmenso mundo que hay más allá de la ventana abierta. La corriente de aire se las lleva suavemente hacia el exterior. Y, al ver desaparecer en la inmensidad del cielo la última pompa, Mel piensa que, junto esas pompas, sus últimos recuerdos de infancia se alejan de ella.
Con un suspiro, coge el bote y vuelve a apretarlo. Pero esta vez no salen pompas, solo el líquido viscoso que limpia la suciedad de los platos. Ojalá curara también la del alma, piensa la muchacha.

3 comentarios:

  1. Pobrecilla, pero nuestra infancia siempre está con nosotros.
    Un beso

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  2. Vaya, fregar los platos la pone melancólica...

    Un besín muy muy fuerte!

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  3. Ay, pobre... en mi caso, si la infancia se pegase a mí pasaría buenos ratos, pero en todos los casos no es así... un beso muy fuerte (L)
    PD: El módulo de seguidores no se me carga así que cuando se arregle te seguiré (L)
    PD2: A mí tu URL me sale con el 1 :S

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