Hoy, en el desván...

... ¡ESTAMOS DE VACACIONES! Volveré por Septiembre. 3/8/10 - 19:53

viernes, 25 de junio de 2010

1. El té de las mañanas

Margaret abre la puerta de servicio y observa la tienda desierta.
Las sillas encima de las mesas, la barra vacía, la oscuridad de la sala. Alarga una mano y enciende las luces, que, después de un pequeño estallido, iluminan el lugar. El frío de la noche se le cuela por los huesos y le provoca un escalofrío. Se tapa más con el jersey de lana gruesa que le regaló su marido alguna Navidad ya pasada. Cruza la sala para llegar a las ventanas. Con un tirón enérgico levanta las persianas viejas de madera, y los primeros rayos del sol invernal de Londres entran en la sala llenándola de vida. Pequeñas partículas de polvo se pasean tranquilamente por el aire e, iluminadas por el sol, parecen magia.
Margaret va a la barra y coge una taza y pone agua a hervir. Empieza a bajar las sillas de las mesas. Cuando la tetera empieza a silbar, Margaret pasea la vista por las estanterías llenas de botes con todo tipo de tés. Aquí está. Té negro de rosas. Se prepara una taza de su té favorito y se sienta en un taburete de la barra. Al cabo de unos minutos oye ruido al segundo piso. Ya se han levantado.
Con un suspiro prepara tres tazas más; en dos té y en otra café. Mira el reloj viejo que hay en la pared llena de cuadros de cafeterias y tiendas de té. Son las ocho. Se acerca a la puerta de la tienda y gira el cartel.

ABIERTO.

1 comentario:

  1. Oh! Es de tu historia nueva no? :D

    Me gustaría provar algun té de esa tienda tan especial:)

    Un besín.

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